Entre las estrategias más empleadas para alcanzar atraer a más #clientes y estabilizar encontramos el branding y el rebranding, acciones de márketing capaces de impulsar considerablemente la actividad de las empresas y mejorar su reputación.

Definimos como #branding es el conjunto de acciones de márketing destinadas a mejorar el posicionamiento de la empresa, recurriendo para ello a su propósito y a los valores de su marca. A través del branding se busca la creación de conexiones con el público para influir en sus compras y conseguir, así, convertirlos en clientes para la empresa.

El branding permite a las empresas disfrutar de numerosos beneficios. Entre ellos encontramos:

1. Mayor reconocimiento del negocio por parte del cliente
2. Aumento en el número de clientes fieles a la marca de la empresa
3. Facilita la promoción de nuevos productos y servicios
4. Mayor consistencia para la marca
    

A la hora de planificar una estrategia de branding, además de analizar la competencia, lo primero que se debe hacer es perfeccionar la identidad de la #marca para atraer a consumidores que compartan los valores de la #empresa. Es recomendable considerar la perspectiva que los clientes tienen acerca de sus productos y servicios, sin asumir para ello qué es lo que les interesa. 

En lo que respecta al #rebranding, esta estrategia emplea acciones destinadas a cambiar aspectos relacionados con la marca de la empresa: logotipo, mensaje publicitario, nombre, etcétera. El objetivo del rebranding es hacer cambiar la opinión de los clientes e inversores que confían en la empresa, pero buscan algo nuevo y más actualizado, para diferenciarse del resto de la competencia y, así, mantener su relevancia en el #mercado.

Beneficios más importantes que pueden obtenerse a través del rebranding:

1. Valor añadido para el negocio
2. Revitalización de la marca de la empresa 
3. Oportunidad para simplificar la oferta 
4. Reflejar evolución de la empresa
    

Para llevar a cabo una estrategia de rebranding, resultará fundamental tener claro cuál es el tipo de cliente al que deseas atraer, así como el medio que se emplea para llegar a él. Se debe aspirar a un nuevo modelo de negocio cuyas novedades mejoren el rendimiento de la empresa, ya sea implantando nuevos protocolos a seguir para atender a los clientes, o bien creando un mejor entorno laboral para que los empleados puedan rendir mejor.