Debido al confinamiento provocado por el #Covid19 todos los sectores se vieron afectados, esto conllevo a que las empresas se vieran en la necesidad de hacer el uso de la #tecnologia.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT), como ya  se ha mencionado también optó por procesos para seguir operando, todo esto acatando las medidas preventivas para prevenir el contagio del #Covid19. No obstante el fisco también ha implementado procesos tecnológicos mediante los cuales se facilitan las operaciones presenciales, como lo son las auditorías, presentación de la declaración anual, entre otros. 

La socia líder de Tax Reporting & Strategy de PwC México, Adriana Rodríguez, señaló en una entrevista que la automatización de procesos en las áreas fiscales facilita el cumplimiento de las #obligaciones ante el #SAT, que desde hace 14 años poco a poco ha implementado el uso de la tecnología para mejorar sus servicios.

“La recaudación fiscal no paró. El fisco no detuvo plazos o dio prórroga para la presentación de la declaración anual de personas morales -a diferencia de las personas físicas-, o para el pago de impuestos. Tampoco detuvo sus auditorías”, comentó.

Así como también menciona que “Más del 90% de las empresas se percataron que en términos tecnológicos y de capacitación de su personal sobre la materia, están en un nivel muy bajo”. Enfatizó que aunque se implementó el #homeoffice algunas veces no se cuentan con las #herramientas digitales, por eso que algunas empresas o negocios no presentaron sus declaraciones y por ende no pagaron al fisco sus obligaciones. Esto trajo consigo que además del pago de la obligación de impuestos obtuvieron una multa o recargo adicional.

“Las auditorías electrónicas o automatizadas es algo que vamos a ver como una constante, por lo que los contribuyentes y sobre todo, las empresas, deberán adecuarse para poder cumplir adecuadamente con el fisco” recalcó. 

Ahora ya en la nueva normalidad, después del confinamiento nos damos cuenta que el uso de la tecnología impacta directamente a todos los ámbitos económico-financiero, social, político y cultural.

Fuente: Ana Martinez. (2020, sep 20) / El Economista. Obtenido de: https://bit.ly/3l2jhPe